lunes, 27 de octubre de 2008

Kayak Surf en Oriñón

Sergio y Richard. 26 de octubre de 2008. Playa de Oriñón, Cantabria.

El día empezó duro. La playa de Arenillas y Oriñón estaban parecidas a la de Berria, con olas muy duras rompiendo en forma de tubo pero toda la barra, con lo que no había escapatoria y lo mejor era evitarlas.

Intentando pasar por el agua desde la playa de Arenillas a la de Oriñón, nos pilló una de estas olas y yo tuve la suerte de agarrar fuerte el remo, levantar el morro todo lo que pude, y tuve la suerte de que no me revolcara, pero fue duro aguantar el tipo.

Sergio no tubo tanta suerte y le revolcón bien y le arrancó el remo, que aunque esquimotea bien si el, con las olas que venía detrás, era bastante complicado y tubo que nadar y aguantar las sacudidas de otras 5 olas que quedaban de la serie hasta que le dejó tranquilo.

Hemos aprendido bastante bien a guardar la calma y serenarnos en estas circunstancias sabiendo que con el chaleco salvavidas estamos bastante protegidos y que aunque nos de un revolcón una ola fuerte, está va a durar como mucho 10 segundos y tenemos aire en los pulmones de sobra para aguantar ese tiempo.

Por fin salimos del apuro y nos fuimos a coger la espuma de la playa de Arenillas, que como estaba subiendo, aquí tenemos la certeza que por mucho que peguen las olas al final, tenemos la arena, al contrario que en Arenillas que con la marea subida están las rocas.

Pasamos algo más de una hora cogiendo espuma y haciendo algún giro y disfrutando.

Pero la marea seguía subiendo y las olas seguían con la misma intensidad, con lo que volver a la playa de Arenillas por el agua nos resultaba bastante complicado.

Así que tuvimos que subirnos a las rocas (por un camino que utilizan los surfero para salir al agua desde la carretera), y por el muro, con el kayak a cuestas, pasar de una playa a otra.

Desde el agua y el aparcamiento, la gente se debía estar preguntando, que hacían dos pavos andando por el muro con una piragua al hombro.

Pero la verdad es que nos pareció la mejor opción. Ya que si nos pillaba una ola como la de la entrada, esta vez, eran las afiladas rocas las que nos esperaban.

La cosa resultó un poco cómica para la gente que nos estaba viendo. Pero ante la duda de un posible accidente, preferimos no jugarnos el tipo.

A pesar de estas cosillas, pasamos una bonita mañana de olas.

Hacía mucho que no pegaba tan fuerte, y lo disfrutamos mucho, sobre todo yo con mi ZG, que ya empiezo a hacerme con ella.

No hay comentarios: