Sergio y Richard. 12 de julio de 2008. Costa de Sonabia, Cantabria.
El día estaba algo movidito con marejadilla y viento Norte, pero a la playa de Oriñón no llegaban las olas. Así que decidimos dar una vuelta por la costa, y remar hacia la playa de Sonabia.
La cosa no estuvo peligroso pero si bastante duro, ya que costaba un poco remar con las olas y el viento en contra, sobre todo con nuestras embarcaciones de rodeo.

Al llegar a la ballena nos encontramos con un impresionante catamarán Estadounidense con un grupo de Buceadores que se disponían a hacer una inmersión.

En cuanto cruzamos el morro de La Ballena, se puso a llover con fuerza y entre el viento y las olas prodedentes del Norte (justo hacia donde nos dirigíamos), el viaje se puso bastante más costoso que de costumbre, e hizo que llegaramos a la playa de Sonabia, agotados.

Al llegar a la playa no pudimos resistir la tenteción de darnos un baño relajante antes de dar la vueta para volver.

El agua estaba genial de temperatura y estubimos bastante rato disfrutando con olas intermitentes.

El resumen es que, no es nada aconsejable remar con mal tiempo. A parte del peligro que supone, es bastante costoso moverse ya que sumado a mover tu propio peso, tienes que mover la resistencia del viento y las olas en contra tuya.
El mal tiempo es para cuando los osados quieren hacer locuras, y las travesías son mucho más agradables cuando la madre naturaleza se pone de nuestra parte.
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